El 25 de noviembre de 1892, Pierre de Coubertin hace un llamamiento para refundar los Juegos Olímpicos basándose en los juegos de la Antigüedad. Así, tras el congreso convocado en 1894, se crean los Juegos Olímpicos modernos con la firme voluntad, defendida por los franceses, de valorizar los ideales de igualdad. Por ejemplo, se condenan los reglamentos deportivos de algunas federaciones que excluyen a los obreros y a los artesanos. Los primeros Juegos Olímpicos modernos se celebraron en Atenas en 1896. París, por su parte, organizó los Juegos en dos oportunidades: 1900 y 1924. Los países participantes varían de una edición a otra y, desde 1896, solo cinco países siempre han enviado equipos para participar en los Juegos Olímpicos: Australia, Francia, Grecia, el Reino Unido y Suiza. Los Juegos de 1900 fueron los primeros en los que las mujeres tuvieron derecho a participar, aunque su presencia se vio limitada a dos deportes: tenis y golf. Con el paso de las distintas ediciones, cada vez más mujeres participarán en más deportes.
Ayer como hoy, París siempre ha contado con muchos lugares para la práctica deportiva. Aunque algunos de ellos ya no existan, su recuerdo perdura a través de obras de arte, algunas de las cuales forman parte de las colecciones de la Ciudad de París. Así como hoy es habitual ver a gente corriendo al aire libre en el espacio urbano, a principios del siglo XX los parisinos practicaban deportes en la calle o en parques y jardines, como podemos observar en esta imagen de un concurso de gimnasia organizado en un parque en 1912.
A lo largo del siglo XX, París construyó una gran cantidad de instalaciones deportivas gracias a importantes transformaciones urbanísticas, en particular, gracias a la destrucción, entre 1919 y 1929, de la muralla fortificada (conocida como la muralla de Thiers) que, teniendo en cuenta los avances militares observados durante la primera guerra mundial, ya no era necesaria para proteger la ciudad. La destrucción de esta muralla liberó un gran anillo de tierras en la periferia de la ciudad. En 1919, las autoridades militares cedieron esos terrenos a la Ciudad de París con la condición de que acondicionara en su lugar instalaciones deportivas y jardines. Entre la primera y la segunda guerra, proliferaron las instalaciones deportivas en toda la ciudad. París pasó así de tener siete piscinas en 1922 a treinta, diez años más tarde.
Principales lugares para practicar deportes en París
Vel'd'Hiv
El Velódromo de Invierno (o «Vél’d’Hiv» como se lo solía llamar), tristemente famoso por haber sido el escenario de un episodio trágico de la historia francesa, es una de esas instalaciones deportivas hoy desaparecidas. A principios del siglo XX estaba muy de moda asistir a carreras de bicicletas. Ahí fue cuando se crearon las principales carreras ciclistas en carretera (París-Brest-París en 1891, París-Roubaix en 1896, el Tour de Francia en 1903 o el Giro de Italia en 1906); las competiciones en pista también congregaban a un público muy numeroso. Inaugurado en 1900 en la Rue Nélaton, bajo el nombre de Palacio de los Deportes de Grenelle, el Velódromo de Invierno podía albergar 17 000 espectadores. Fue destruido en 1959.
Vel' d'Hiv'
El río Sena
Hoy nos parece insensato nadar en el río Sena… No obstante, en el pasado se organizaban en el río competiciones deportivas, y París tiene previsto volver a organizar pruebas acuáticas en él durante los Juegos Olímpicos de 2024 como, por ejemplo, la prueba de natación del triatlón o los 10 km de natación en aguas libres. De hecho, en las últimas décadas, la ciudad ha intensificado sus esfuerzos para que la población pueda volver a disfrutar de las aguas del Sena.
En los siglos XIX y XX, el río contaba asimismo con varias piscinas flotantes que utilizaban sus aguas. Cuando se comprobó el estado de contaminación del Sena, las piscinas comenzaron a utilizar sistemas de filtrado y tratamiento de las aguas, hasta que progresivamente fueron dejando de alimentarse con las aguas del río. Después de la segunda guerra mundial, subsistían solo dos establecimientos: la piscina Deligny y la piscina Royal. Estaban amarradas muy cerca la una de la otra: la primera en la orilla izquierda del Sena, a la altura de la Asamblea Nacional, y la segunda, en la orilla derecha, a la altura del jardín de Tuileries, frente al actual Museo de Orsay. De esos establecimientos destinados a la natación en las aguas del Sena, la piscina Deligny fue la última sobreviviente hasta que se hundió en 1993. La piscina Joséphine-Baker, inaugurada en 2006, ha reanudado con esa tradición.
Course d'aviron sur la Seine aux abords du musée du Louvre, 1er arrondissement, Paris, 1960-1970
Piscine Deligny
Piscine "Royal", quai des Tuileries, 1er arrondissement, Paris, juin 1966
Piscine "Royal", quai des Tuileries, 1er arrondissement, Paris, 1960-1970
Los gimnasios
En la década de 1880, los franceses empezaron a manifestar un gran entusiasmo por la práctica deportiva, impulsada por nuevas leyes y por la construcción de nuevas instalaciones. La ley George, promulgada en 1880, preveía la práctica obligatoria de la gimnasia en los centros escolares. La ley relativa a las asociaciones, de 1901, también contribuyó a la práctica del deporte ya que favorecía la creación de numerosas asociaciones dedicadas a su difusión. Este interés por el deporte se fundamentaba en dos hechos importantes. En primer lugar, después de la guerra de 1870 y, más tarde, con la primera guerra mundial, era vital para Francia cuidar de la educación física de sus ciudadanos. En época de conflictos, era importante contar con tropas en buena salud física para el combate. Esto se basaba en parte en los discursos higienistas de principios del siglo XX, que se articulaban en torno a la divisa: mens sana in corpore sano. En segundo lugar, la refundación de los Juegos Olímpicos en 1894 y la ideología que animaba a Pierre de Coubertin abogaban por una práctica generalizada del deporte, defendida en cada gran acontecimiento deportivo por el hecho de contribuir a la fraternidad entre las naciones. En las primeras ediciones de los Juegos, la gimnasia era una de las disciplinas más populares, junto con el ciclismo y la natación.
PATRONAGE St-JOSEPH DE LA MAISON-BLANCHE / 54, rue Bobillot - Paris XIIIe / La Salle de Gymnastique
Le grand gymnase. Dirigé par Eugène Paz. 40, rue des Martyrs.
Las piscinas
La edificación de gimnasios en París también obedece a esa preocupación higienista. Asimismo, las piscinas que se construyeron entre las dos guerras mundiales introdujeron una nueva relación de los usuarios con la natación y con la higiene. En este sentido, la piscina de La Butte-aux-Cailles es emblemática. Construida en 1922 según los planos del arquitecto Louis Bonnier, sus instalaciones combinan una piscina con duchas y baños públicos en dos espacios diferenciados. Vestuarios separados de la piscina sustituyen a las tradicionales cabinas situadas a su alrededor. De esta forma, se instaura una circulación bien definida para los usuarios, que deben pasar del vestuario a las duchas y de estas al pediluvio, antes de acceder a la piscina. Aunque este tipo de instalaciones nos parezca hoy en día totalmente normal, en esa época era algo muy innovador.
Vue intérieure de la piscine de la Butte-aux-Cailles
Desde 1896, solo cinco deportes han estado presentes en todos los Juegos Olímpicos: atletismo, ciclismo, esgrima, gimnasia artística y natación.
Algunos deportes solamente han estado presentes en una, dos o tres ediciones, y después han desaparecido de las selecciones oficiales, en ocasiones para volver a aparecer años más tarde bajo otra forma. El tenis, por ejemplo, figuró de 1896 a 1924, para luego reincorporarse en 1988.
El público siempre ha sido fiel a las pruebas de natación y de atletismo. A menudo nadadores y atletas son los que más marcan al público, las «estrellas» de cada edición de los Juegos Olímpicos. En los JO de París de 1924, por ejemplo, dominaron los llamados «Finlandeses voladores». Con este apodo se conocía a los atletas finlandeses de esos años porque ganaban todas las carreras de fondo y de medio fondo. Otra estrella inevitable de los JO de 1924 fue el nadador estadounidense Johnny Weissmuller, que ganó tres medallas de oro en natación y una medalla de bronce con el equipo de waterpolo de su país.
Los deportes en los Juegos Olímpicos de verano
Los deportes que desaparecieron
Entre los deportes que desaparecieron de los JO, cabe citar el jeu de paume (o juego de palma, presente en 1908), la pelota vasca (presente en 1900), el polo (presente en cinco ediciones entre 1900 y 1936) y el tiro de cuerda (presente de 1900 a 1920). Asimismo, el rugby de a 15 hoy ya no es un deporte olímpico, mientras que sí lo fue en 1900, 1908, 1920 y 1924. En la última edición de los JO de verano, en 2016, volvió a introducirse aunque en su modalidad de 7 jugadores.
L'équipe de Cardiff
EUSKAL-JAI/ PARISIEN
Gymnopédies modernes
El esgrima
Desde el siglo XVIII, el esgrima ocupa un lugar importante en la educación de los jóvenes de la nobleza. En aquella época y hasta finales del siglo xix, también estaba muy asociado a la carrera militar. Durante la Restauración de los Borbones en el trono de Francia (1815-1830), la práctica del esgrima era muy habitual entre la alta sociedad parisina y, en particular, los intelectuales, que acostumbraban a tomar clases con un maestro de armas. Alexandre Dumas y Théophile Gautier, por ejemplo, se entrenaban con un maestro de armas parisino. A partir de 1882 y de la fundación de la Société d’encouragement de l’escrime (Sociedad de fomento del esgrima), las salas de armas se multiplicaron en toda Francia. Se lo consideraba, en efecto, una actividad particularmente ejemplar que hacía trabajar el cuerpo, reforzando al mismo tiempo la disciplina moral.
Solo pasó a ser un deporte de competición a finales del siglo. Pese a ello, fue disciplina olímpica desde la primera edición de los Juegos, en 1896.
Debido a una fuerte tradición y al lugar central ocupado por Francia en esta disciplina, el esgrima siempre ha sido una prueba muy apreciada por los deportistas franceses en los Juegos Olímpicos. En los Juegos de París de 1900 y 1924, Francia ganó la gran mayoría de las competiciones de esgrima, dominando a Italia, su gran rival en este deporte.
"Charles et Victor Hugo en habit d'escrime"
Ciclismo
A lo largo de las ediciones de los Juegos Olímpicos, distintos deportes han atraído a los aficionados. Las pruebas de ciclismo, una auténtica pasión para los franceses en la primera mitad del siglo xx, registraron, en las dos ediciones parisinas, una gran asistencia de público. En los JO de 1900, los franceses no obtuvieron buenos resultados: solo dos victorias entre todas las pruebas, una decepción para los amantes de este deporte. Hasta Maurice Garin, la estrella del ciclismo francés de aquella época y gran favorito de la prueba del Bol d’or, salió tercero. Sin embargo, pasó a la posteridad por haber ganado el primer Tour de France en 1903. En 1924, en cambio, los ciclistas franceses tuvieron una muy buena actuación, al ganar seis medallas en seis pruebas, incluidos cuatro títulos de campeón olímpico.
París organizó los Juegos Olímpicos en dos oportunidades: en 1900 y en 1924. Para ambas ediciones la ciudad mandó construir instalaciones dedicadas a la práctica deportiva (piscinas, estadios…), aunque con frecuencia utilizó edificios existentes. En los Juegos de 1924, el Velódromo de Invierno, por ejemplo, construido en 1909, fue la sede de las competiciones de box, lucha y halterofilia. En el proyecto de París para los Juegos Olímpicos de 2024, tal como ha sido presentado a la prensa, se sigue con la tradición de combinar el uso de equipamientos existentes y la construcción de nuevas instalaciones: lugares destacados del deporte parisino deberían de albergar algunas de las competiciones como el Stade de France, el Parc des Princes, el Stade Jean Bouin o Roland-Garros. Paralelamente, lugares cuyo uso principal no es el deportivo, como el Grand Palais, podrían utilizarse para las competiciones de taekwondo y esgrima según la candidatura presentada por París.
Instalaciones dedicadas a la práctica deportiva
El Velódromo Jacques-Anquetil, antiguamente Velódromo de la Cipale
El Velódromo Jacques-Anquetil, antiguamente Velódromo de la Cipale, está situado en el Bosque de Vincennes, en el este de París. Inaugurado en 1896, se utilizó para distintas pruebas de los Juegos Olímpicos de 1900 y 1924. En 1900 se lo empleó en ciclismo, fútbol, gimnasia, rugby y tiro al arco. Este lugar emblemático del ciclismo en pista fue la llegada del Tour de France de 1968 a 1974. En 1987, la adopción del nombre Jacques Anquetil rendía homenaje a este gran ciclista francés. Pero este emblema del deporte es también un lugar de interés patrimonial, ya que conserva tribunas que datan de finales del siglo xix, construidas según el «modelo de Eiffel», por lo cual forma parte de la lista nacional de monumentos históricos. Cerrado por obras de 2012 a 2015, el velódromo volvió a abrir sus puertas en el verano de 2015. Ahora posee una pista renovada, cuyas características técnicas se inspiran de las de las autopistas. Hasta hoy es la única pista de hormigón armado continuo, sin juntas, en todo el mundo.
Série "Bois de Vincennes", vélodrome, 12ème arrondissement, Paris.
El estadio Pershing
Este estadio, que también está situado en el Bosque de Vincennes, fue construido por el Servicio Deportivo de la YMCA (Asociación Cristiana de Jóvenes) de los Estados Unidos para albergar los JO de 1919 con el fin de celebrar la paz. Las pruebas contarían con la participación exclusiva de personal militar de las fuerzas aliadas que hubieran participado en la contienda de la primera guerra mundial. Edificado en un solar cedido por el Gobierno francés, al comienzo, el estadio estaba destinado principalmente a la práctica del fútbol y del atletismo, con una capacidad de 10 000 espectadores. Después de varias transformaciones, su capacidad pasó a superar las 20 000 personas. La YMCA puso el estadio a la disposición del cuerpo expedicionario norteamericano bajo las órdenes del general John Pershing, al que debe su nombre. Más tarde, la asociación lo cedió a Francia, que organizó en él varios partidos de fútbol y de rugby de a 15 en los JO de 1924. En la década de 1960, tras derribarse el recinto original del estadio, este se convirtió en una instalación polideportiva para la práctica de fútbol, básquetbol, vóley, hándbol, béisbol, sóftbol y atletismo.
Bois du Vincennes, le stade Pershing, la piste, 12 ème arrondissement, Paris. 1925.
Bois du Vincennes, le stade Pershing, les gradins pour les supporters (vus de derrière), 12ème arrondissement, Paris. 1925.
El sitio de Croix-Catelan
El Racing Club de France, fundado en 1882 con el nombre de Racing Club, es un club polideportivo parisino.
En 1885 adopta du denominación de Racing Club de France y obtiene del Concejo Municipal de la Ciudad de París la concesión de un amplio terreno en el Bosque de Boulogne. El sitio se transformará en un complejo llamado Croix-Catelan, que albergará distintos equipamientos deportivos. Conocido principalmente por su sección de rugby, que en la actualidad lleva por nombre «Rugby 92», este club polideportivo ha ganado un número impresionante de competiciones en otros deportes, entre ellos, esgrima y tenis. Si en 1886, al inaugurarse el complejo Croix-Catelan, tenía un millar de socios, según las épocas ha llegado a contar hasta 20 000 socios activos. Durante los Juegos Olímpicos de 1900 se desarrollaron en él las pruebas de atletismo. A partir de 2006, algunas secciones del club se han independizado y han pasado a ser gestionadas por sociedades privadas. Actualmente, un concesionario privado también gestiona el sitio de Croix-Catelan.
Vue aérienne de Paris : le Racing-Club de France, le lac Inférieur et la porte de la Muette. 16ème arrondissement, Paris.
La Sociedad deportiva de la isla de Puteaux
La Sociedad deportiva de la isla de Puteaux, fundada en 1873 por el vizconde Léon de Janzé, encierra uno de los primeros clubes de tenis de Francia, muy apreciados por la sociedad mundana. Con sus varias pistas de tenis de polvo de ladrillo, el club fue la sede de los partidos de los Juegos Olímpicos de 1900. En el fondo de este cuadro de Henri Gervex, detrás de las elegantes parisinas de la Belle Époque, podemos entrever las pistas de tenis.
El hipódromo de Auteuil
En 1873, la Ciudad de París concedió un vasto solar situado en las cercanías del Bosque de Boulogne a la Société des Steeple-chases de France a fin de instalar en él un hipódromo para carreras de obstáculos. De esta manera, el hipódromo de Auteuil sustituiría al del Bosque de Vincennes, que había sido muy dañado durante la guerra de 1870. El nuevo hipódromo, en actividad desde ese mismo año 1873, se equipó con nuevas tribunas y con una pista exterior para carreras de vallas en 1924. En los Juegos Olímpicos de ese año, albergó todas las pruebas de equitación.
Vue aérienne de Paris : L'hippodrome d'Auteuil, champ de course. 16ème arrondissement, Paris.
La piscina de Tourelles
Construida para los JO de 1924, la piscina de Tourelles fue el escenario de las proezas de Johnny Weissmuller. El complejo, que posee una piscina de dimensiones olímpicas (50 m de largo por 21 m de ancho), tomó el nombre de piscina Georges-Vallerey en 1959, en homenaje al nadador fallecido en 1954. Renovada en la década de 1980, hoy sigue estando en actividad y, desde 2008, es una de las piscinas que conforman la red de piscinas municipales de París.
Paris - stade nautique
Con frecuencia, el deporte y el cuerpo atlético constituyen una fuente de inspiración para los artistas. Más concretamente, los Juegos Olímpicos modernos han dado lugar a producciones artísticas, algunas de las cuales han tenido un marcado fin publicitario o conmemorativo. La relación entre deporte y arte se sintió particularmente en los Juegos de 1924, durante los cuales se organizaron concursos artísticos al margen de las pruebas deportivas. Los concursos cubrían cinco disciplinas: literatura, escultura, pintura, arquitectura y música. Entre los miembros de los jurados, figuraban artistas muy reconocidos como Jean Giraudoux, Henry de Montherlant, Paul Claudel, Maurice Ravel y Fernand Léger. A pesar de ello, los ganadores de estos concursos no pasaron a la historia.
Juegos Olímpicos y creación artística
Los deportes por Jean Dunand
Este bajorrelieve formado por 45 placas de laca dorada era parte de la decoración de cinco paneles imaginada por Jean Dunand para el salón fumador de la primera clase del transatlántico Normandie en 1935. De los cinco paneles, cuyo tema eran los «Juegos y alegrías del hombre», en la actualidad solo se conserva integralmente el dedicado a los deportes, que pertenece a las colecciones del Museo de Arte Moderno de la Ciudad de París. Dunand representa en este elegante bajorrelieve a siete jóvenes practicando disciplinas olímpicas de lanzamiento: disco, jabalina y peso. Vemos así cómo el artista pone de manifiesto el ideal de la realización individual y colectiva a través de la práctica deportiva, fomentado a principios del siglo XX. En la producción artística de la década de 1930, la imagen del cuerpo sano, basada en los cánones de la Antigüedad, refleja las preocupaciones higienistas de la época y con frecuencia es una fuente de inspiración, como bien muestran las tres esculturas que vemos abajo.
Athlète
Le buveur
Objetos publicitarios
Los Juegos Olímpicos de 1924 fueron los primeros en inventar objetos publicitarios. El abanico del Palais Galliera es un buen testimonio de ello. Las colecciones de los museos conservan asimismo carteles publicitarios, algunos de ellos diseñados por artistas conocidos, para anunciar los Juegos Olímpicos o las Olimpíadas Universitarias, o para reunir fondos para su organización.
"Jeux Olympiques 1924"
VIIIe OLYMPIADE/ SOUSCRIPTION/ NATIONALE/ SOUS LE HAUT PATRONAGE/ DU PRESIDENT DE LA REPUBLIQUE/ ON SOUSCRIT ICI/ PARIS 1924
Projet d'affiche pour les IXes jeux universitaires (1947) : statue et athlètes
El proyecto de los carteles
El propio Antoine Bourdelle participó en el concurso para diseñar el cartel oficial de los Juegos Olímpicos de París de 1924. El museo conserva numerosos esbozos de ese proyecto de cartel. Después de explorar varias pistas, Bourdelle decidió que su Héraklès archer (Heracles arquero) sería la figura central de la composición. La morfología atlética del héroe mitológico preparado, con el arco tendido, a luchar contra las aves del Estínfalo le había parecido un tema apropiado para el cartel de los Juegos Olímpicos por la exaltación del cuerpo atlético y por la asociación con el origen griego de los juegos. Finalmente, los organizadores utilizarían los carteles diseñados por Jean Droit y Stephano Orsi; al no ser seleccionado, el de Bourdelle no dejó de ser un proyecto.
Héraklès, recherches pour l'affiche des Jeux olympiques de 1924
Jeux Olympiques de 1924
la Manufactura de Sèvres y los Juegos Olímpicos
Con la voluntad de valorizar la producción de la Manufactura de Sèvres, se decidió fabricar jarrones conmemorativos que se entregarían a los deportistas ganadores de las pruebas olímpicas. En los Juegos, los premios suelen ser medallas y diplomas. Pierre de Coubertin estaba en contra de que el país organizador obsequiara un trofeo a los deportistas ganadores. De hecho, después de los Juegos de París, el reglamento de los Juegos Olímpicos se modificó. Sin embargo, el proyecto de la Manufactura de Sèvres estaba demasiado avanzado como para renunciar a él. Por consiguiente, la nueva disposición del reglamento no se aplicó en los juegos de 1924.
El pintor Octave Denis Victor Guillonnet fue el encargado de realizar el dibujo del jarrón, mientras que el ceramista Émile-Louis Bracquemond fue el responsable de su fabricación. Se diseñaron cuatro jarrones, cada uno de los cuales estaba decorado con una escena distinta en bajorrelieve, en pasta blanca sobre fondo gris. En total, estaban representadas dieciséis disciplinas deportivas.
El Petit Palais conserva un ejemplar de cada uno de ellos.