¿A quién se le ocurrió hacer el primer retrato y por qué? Plinio el Viejo, un historiador latino, cuenta que una joven tenía un amado que estaba a punto de iniciar un viaje. Como ella quería conservar la imagen de su amado mientras estuviera ausente, dibujó en una pared de su cuarto la sombra de su rostro proyectada por una lámpara. El padre de la joven, que era alfarero, realizó un molde a partir del dibujo y modeló el rostro en relieve. De manera que el autor del primer retrato puede haber sido simplemente el amor…
En algunas culturas o civilizaciones, no es común o no está permitido realizar retratos. En la civilización occidental, ocurre todo lo contrario: el retrato es uno de los géneros principales de la creación artística. Su objetivo es representar a una persona o a un grupo de personas de manera relativamente fiel. El retrato puede adoptar distintas formas y obedecer a varias funciones: hacer presentes a los ausentes, en especial a los muertos; glorificar a los dioses, los reyes, los santos o los poderosos; reconocer la importancia de alguien, rendir tributo a su prestigio —esta función «social» del retrato nace en el Renacimiento y se prolonga hasta el siglo xix—; y por último, dar testimonio de algo, en particular gracias a la fotografía, que se ha extendido y democratizado considerablemente.
A cada una de estas funciones corresponden distintos tipos de retratos: retratos y máscaras funerarias, efigies, retratos pintados, dibujados o esculpidos, fotografías…
El parecido del retrato con el modelo varía. Puede ser un parecido más psicológico que físico. Algunos retratos son realistas; otros acentúan o deforman los rasgos, la caricatura, por ejemplo. Además, cuando se trata de un retrato «artístico», el parecido depende de la época, del estilo y de la personalidad del autor. Un retrato cubista de Pablo Picasso no obedece a los mismos criterios estéticos que el retrato de la Mona Lisa (o La Gioconda) de Leonardo da Vinci.
La fotografía ha influido mucho en nuestra percepción del retrato. Lo que antes era algo muy poco común, reservado a una élite, está ahora al alcance de todos y circula por todo el mundo a través de internet y de las redes sociales. Cada veinte minutos, se cargan en Facebook 2 716 000 fotos y se toman más de mil selfies por segundo en el mundo gracias a los teléfonos móviles. ¿Será el resultado de un narcisismo exacerbado, de una inseguridad generalizada acerca de la propia realidad o identidad, o de una fascinación inagotable por el rostro humano?
Al presentar aquí retratos de todos los géneros y épocas, y en todo tipo de soportes, esta sección no pretende elaborar un panorama exhaustivo del arte del retrato. Se trata también de un viaje por las colecciones de los museos de la Ciudad de París.
La exposición «Place des Portraits» (La plaza de los retratos) es el fruto de la colaboración entre la Ciudad de Montreuil y Paris Musées.
Comisario: Vincent Gille, Casa de Victor Hugo.
El autorretrato en las colecciones de los museos de la Ciudad de París
Autorretrato
Autorretrato de Rembrandt
¿Puede nuestro rostro provocar tanto asombro, tantos interrogantes? Rembrandt van Rijn, conocido como Rembrandt, realizó a lo largo de su vida más de cien autorretratos en pintura o grabado. En ellos se representa en las poses más diversas, con la vestimenta más variada, alegre, gruñón, gracioso o pensativo, pero nunca se engaña: se muestra tal cual es, sin indulgencia.
El grabado es una técnica que permite reproducir una obra en varios ejemplares. Después de tallar y entintar una plancha de madera o metal, se hace presión sobre una hoja de papel colocada sobre la plancha para estampar la imagen.



Rembrandt gravant à la fenêtre (Bartsch 22)



Rembrandt aux yeux hagards (Bartsch 320)



Rembrandt à la bouche ouverte (Bartsch 13)



Rembrandt au bonnet plat (Bartsch 26)
Los retratos de Maurice Quentin de La Tour
«¡Una sonrisa…!» ¡Cuántas veces habremos repetido esta frase antes de tomarle a alguien una fotografía! El pintor Maurice Quentin de la Tour también pedía a sus modelos que sonrieran, quizá para hacerlos más atractivos. De la Tour borraba algunas imperfecciones, buscando satisfacer así a quienes, además de modelos, eran sus clientes. En sus autorretratos también se lo ve sonriente, aunque a veces más y a veces menos, como si el pintor no pudiese dejarse engañar por el juego de la representación.
Todos sus retratos son al pastel sobre papel o pergamino. El pastel es polvo de tiza o yeso mezclado con pigmentos gracias a un aglutinante. Un último detalle: el jabot (o volante) es la guarnición que los hombres sujetaban a la pechera o al cuello de la camisa.



Self Portrait with Lace Frill



Portrait of the Chairwoman of Rieux



Portrait presumed to be of Baron Charles-François, Count of Sassenage, known as Marquis of Sassenage



Portrait de Jean-Jacques Rousseau (1712-1778), écrivain et philosophe
Autorretrato fotográfico de Claude Cahun
Como Rembrandt, la escritora y fotógrafa Claude Cahun realizó numerosos autorretratos. En ellos se disfraza o se presta a distintas metamorfosis. Cada autorretrato revela a una persona diferente, que en ocasiones aparece desdoblada gracias a montajes o a un juego de sobreimpresiones.
En este doble autorretrato, la artista lleva puesto el traje de la mujer de Barba Azul, un papel que interpretó en la obra de teatro de Pierre-Albert Birot, en 1929.



Autoportrait



Lucie au Kid



(Sans titre)



Que me veux-tu?
Rostros de mujer en las colecciones de los museos de la Ciudad de París
Rostro de mujer
Rostro sobre fayenza
¿Una «mujer bonita» del siglo xvi lo sería aún en la actualidad? Este vaso de loza fina o fayenza que representa a la mujer «ideal» se hizo en Italia, en el siglo XV. La fayenza es una cerámica producida por la mezcla de potasio, arena, feldespato y arcilla que se recubre con esmalte blanco. La palabra viene del nombre de la ciudad italiana de Faenza. La fayenza fabricada en el sur de España o de Italia durante el Renacimiento se denomina «mayólica», palabra que deriva de Mallorca.
El busto de mujer que vemos aquí está delicadamente pintado en tonos que van del blanco al pardo y que destacan sobre el fondo azul cepillado a grandes trazos. Los retratos aparecieron a mediados del siglo XVI. Junto con las escenas bíblicas y mitológicas, eran los principales temas pintados en los ajuares de fayenza.





"Bella Donna"










Persée délivrant Andromède





Lucrèce poignardée
Jean Auguste Dominique Ingres
¿Es preciso estar un poco enamorado de la mujer que se quiere retratar? En Roma, donde reside, Ingres realiza este retrato de Joséphine Nicaise-Lacroix. Al parecer, Ingres se enamoró de ella aunque estuviera comprometida con uno de sus amigos. El año en que dibujó este retrato contrajo matrimonio con la prima hermana de Joséphine, que tenía mucho parecido con ella.
El dibujo, ya sea como estudio preparatorio para una pintura o como fin en sí mismo, es la base del trabajo del artista clásico, pintor o escultor. Ingres era un verdadero maestro del dibujo, capaz de un rigor extremo tanto en las formas como en su ejecución. A sus alumnos les aconsejaba que se concentraran en las líneas y los volúmenes, es decir, en el movimiento del modelo tal como lo captaban en un momento dado, a grandes rasgos.



Portrait de Joséphine Nicaise-Lacroix



Portrait de Mme Paul Meurice



Madame Lavergne
RETRATO DE JEANNE HÉBUTERNE POR MODIGLIANI
Este retrato en el que Modigliani pinta a su pareja Jeanne Hébuterne es muy característico de los retratos del pintor: cabeza ovalada inclinada, cuello y cuerpo estirados (aquí la mano también lo está), rostro de líneas simplificadas. El artista recuerda los retratos del Renacimiento en los que los rostros sobresalían del fondo, que solía representar un paisaje. También se observa la influencia de algunas máscaras africanas, que ha podido descubrir en el museo de Trocadéro o en el estudio parisino de otros pintores, cuya estructura reproduce: boca estrecha, nariz fina y alargada, y ojos almendrados en un rostro ovalado.
Modigliani no parece dejarse influenciar por las corrientes artísticas que revolucionan la pintura (el cubismo, antes de la guerra, y el dadaísmo después): una vez descubierto su estilo personal, nunca se alejará de él.





Femme aux yeux bleus



La femme en bleu



Selección de algunas representaciones de enamorados en las colecciones de los museos de la Ciudad de París.
Los enamorados
«LOS AMANTES EN LA CAMPIÑA» DE GUSTAVE COURBET
Ambos cuerpos están representados de perfil, con la cabeza vuelta hacia un lado. Se podría pensar que los amantes están bailando. El hombre es el propio Gustave Courbet. La mujer probablemente sea Virginie Binet, de la que el pintor estaba profundamente enamorado y con la que tuvo un hijo.
Es posible que esta obra de juventud de Courbet sea el objeto de estas palabras suyas: «Retrato de un hombre en el ideal del amor absoluto, a la manera de Goethe, George Sand, etc.» Amor romántico, amor ideal, el que Gustave Courbet profesó por Virginie Binet se acabaría unos años después.













Les amants dans la campagne. Sentiments du jeune âge



Madame Colin de profil.















Daphnis et Chloé
«LOS ENAMORADOS (TRAS LA LLUVIA)» DE FRANCIS PICABIA
En el siglo xx, son muchos los cuadros o las fotografías en las que vemos a dos personas besándose. «El beso» de Picabia es fogoso y tumultuoso, aunque no tan provocador y carnal como el de Picasso de ese mismo año.
Picabia no lo pintó co Yan Pei-Ming n colores mezclados con aceite, como suelen ser los cuadros, sino con pintura industrial de la marca Ripolin. No solo los colores no están mezclados, sino que además el tratamiento de las líneas hace pensar en el estilo de los carteles publicitarios.
Este cuadro fue adquirido, en 1926, por el poeta André Breton, que lo conservará siempre junto a él. Estaba colgado en su cuarto, frente a la cama.



Les Amoureux (après la pluie)




Selección de algunas representaciones de familias en las colecciones de los museos de la Ciudad de París.
LA FAMILIA
«MATERNIDAD» DE PICASSO
La familia se define cultural y jurídicamente por la reunión de padres e hijos. Así lo representan las «maternidades», que ponen de relieve el vínculo entre el niño y su madre. Este tema está muy presente en la estatuaria africana. En la cultura occidental cristiana, enseguida pensamos en la imagen de la «Virgen con el Niño». Picasso exploró este tema a lo largo de toda su vida, permaneciendo fiel a la manera tradicional de representar la maternidad: la mujer amamanta a su hijo o lo tiene en su regazo o junto a ella.
Esta litografía firmada por Picasso fue dibujada por el pintor y grabador Jacques Villon. La litografía es una técnica de grabado por estampación de un dibujo hecho en la superficie de una piedra. En este caso, reproduce una pintura ejecutada por Picasso en 1901, al comienzo de su periodo azul, periodo en el que se dedicó a pintar a mendigos o desheredados en obras cuya tonalidad general era azulada.

Maternité



Vierge à l'Enfant avec un ange et un donateur, d'après Memling



Jeune femme tenant un nouveau né sur ses genoux



«VICTOR HUGO Y FRANÇOIS-VICTOR» POR CHATILLON
El novelista y poeta Victor Hugo fue un padre atento y afectuoso, profundamente marcado por la muerte de sus tres primeros hijos (solo su hija más pequeña, Adèle, falleció después que él). François-Victor, su segundo hijo, tenía ocho años cuando Auguste de Chatillon pintó este doble retrato. ¿Es el retrato del padre, el del hijo o la visión idealizada de un gran escritor que debe ser también un «buen» padre?
Es curioso que, si observamos la posición relajada del cuerpo del niño y la firmeza perceptible en las manos del padre, que lo atrae hacia él, este retrato se asemeje mucho a una «maternidad» y evoque una idea menos rígida y distante, y por tanto más moderna, de la paternidad.







Portrait de Victor Hugo avec son fils François-Victor Hugo



La famille Hugo dans le jardin de Hauteville House



Victor Hugo et son fils François-Victor, assis dans le jardin de Hauteville House
FOTOGRAFÍAS DE SEYDOU KEÏTA
Un padre, una madre y sus cuatro hijos se presentaron en el estudio que Seydou Keïta había instalado en su casa de Bamako en 1948 para que les tomara una fotografía.
Con ayuda de una gran cámara fotográfica, el fotógrafo malí realizó retratos clásicos, modernos, en pose, técnicamente perfectos.
Sus retratos de hombres, mujeres, parejas o «familias» —hermanos, padres con hijos, abuelos…— ofrecen una imagen de los africanos muy distinta de la de las fotografías tomadas por los colonizadores.



(Sans titre)

(Sans titre)



(Sans titre)



(Sans titre)
Selección de algunas máscaras en las colecciones de los museos de la Ciudad de París.
MÁSCARAS
MASCARÓN DEL PUENTE NUEVO
Los mascarones generalmente son rostros, que podemos encontrar en los templos, los monumentos, las puertas, los escudos de armas o los objetos de uso diario. Estas máscaras grotescas o espantosas tienen como finalidad ahuyentar a los malos espíritus.
El Puente Nuevo, en realidad el más viejo de París, se construyó entre finales del siglo XVI y principios del XVII. Estaba decorado con 381 mascarones que representaban a las divinidades de los bosques o de los campos de la mitología griega. Es probable que los mascarones originales se hayan remplazado por copias durante la refacción del puente, entre 1851 y 1854. Algunos de los originales, como el que reproducimos aquí, se depositaron en el Museo Carnavalet.










































Cabeza de Medusa, mascaron en la puerta del antiguo Ayuntamiento






















Gargouille en forme de masque de comédie. Grand masque d'acteur comique
MÁSCARAS DEL PUEBLO DAN
Las máscaras están presentes en varios aspectos de la vida social y religiosa en muchas culturas. Esculpidas en madera y en ocasiones decoradas con materias vegetales o con plumas, las máscaras simbolizan una función o materializan un espíritu que se transmitirá a quienes las lleven, sobre todo en las danzas rituales.
Los dan viven principalmente en el centro occidental de Coste de Marfil y hacia el norte de Liberia.
Sus máscaras femeninas suelen ser de forma ovalada y tener frente prominente, nariz fina y boca entreabierta.














MÁSCARA DE ZADKINE
El descubrimiento de las esculturas y las máscaras «primitivas», de origen español, etrusco, asiático o africano, a principios del siglo XX sorprende a muchos artistas, que ven en estas formas y expresiones nuevas una fuente de inspiración. Así es como algunos escultores realizan bustos o máscaras que se alejan de los cánones conocidos desde la Antigüedad.
El escultor Ossip Zadkine se instaló en París en 1910. Sus primeras obras se enmarcan en la continuación de la revolución cubista iniciada por los pintores André Derain, Pablo Picasso y Georges Braque en 1907. Originario de una región forestal de Bielorrusia, su apego a la madera será una constante a lo largo de toda su vida.






Masque aux cheveux sur le front



Selección de retratos oficiales a través de las colecciones numismáticas y de pinturas de los museos de la Ciudad de París.
RETRATOS OFICIALES
ESTÁTERO DE LOS PARISIOS
Desde la Antigüedad, las monedas han reproducido el rostro de los dioses, así como el de los reyes o los emperadores que las han mandado acuñar. En nuestros días, las monedas o los billetes de banco están adornados con la efigie de soberanos, artistas o científicos.
Este estátero de oro de los parisios se remonta al siglo i a. C. En una de sus caras, observamos un rostro de perfil mirando hacia la derecha; en la otra, un caballo al galope. En la Galia antigua, la colonia griega asentada en Marsella fue la primera en acuñar moneda, en el siglo vi a. C. Las monedas griegas sirvieron como modelo para las monedas galas, que se inspiraron del rostro del rey Felipe II de Macedonia (entre -382 y. C. y -336 a. C.), aunque también es posible que se trate de una imagen estilizada de un dios romano, por ejemplo, Apolo.









statère des Parisii de la classe II.





Sesterce de Commode, 177-180





Demi-sol de Louis XV, 1721



Quarante francs Napoléon à tête laurée, 1811
RETRATO DE LUIS XVI EN TRAJE DE CORONACIÓN
Antiguamente, para que los súbditos conocieran la cara de su rey, se acostumbraba pintar retratos, sobre todo en el momento de la coronación, que después se copiaban y se enviaban a todo el reino. Así es como existen cuarenta y seis ejemplares de este retrato de Luis XVI. Según el modelo elaborado por Hyacinthe Rigaud en 1701 para el retrato de Luis XIV, se debía representar al rey de pie, de tres cuartos, vestido con su traje de ceremonia para la coronación, llevando el cetro en la mano izquierda y con porte altivo, mirando orgulloso hacia el horizonte.
En la actualidad, siguiendo esa tradición, se realiza un retrato fotográfico de cada nuevo presidente de la República Francesa después de su elección. Es el retrato oficial que se colgará en todos los edificios públicos y en especial en los ayuntamientos.



Louis XVI en costume de sacre





Portrait de Catherine de Médicis (1519-1589), reine de France



Portrait de Louis XIII (1601-1643), roi de France.
«RETRATO DE MAO» POR YAN PEI-MING
Yan Pei-Ming nació en Shanghái, en una familia pobre. En el liceo estaba a cargo de la propaganda mediante imágenes. Así fue como se especializó en los retratos de Mao Tsé-Tung, que realizó a partir de unos pocos modelos idealizados. Sus retratos de Mao se han difundido en millones de ejemplares, cuelgan en las calles y en los edificios públicos, y se reproducen en un sinnúmero de documentos. Este culto de la personalidad es corriente en muchos países totalitarios.
Aún después de haber dejado China para instalarse en Francia, donde cursó estudios artísticos, Yan Pei-Ming ha seguido pintando a Mao, aunque con una técnica menos «fotográfica». No obstante, también ha hecho retratos de su padre, de Bruce Lee, de Coluche y de Barack Obama.



Selección de algunos retratos de artistas en las colecciones de los museos de la Ciudad de París.
RETRATOS DE ARTISTAS
RETRATOS CRUZADOS DE MARIA HELENA VIEIRA DA SILVA Y DE ARPAD SZENES
He aquí un doble retrato o, mejor dicho, dos retratos cruzados, de formato idéntico, de dos artistas: ella de origen portugués y él de origen húngaro. Se conocieron en París en 1928, se casaron en 1930 y nunca más se separaron. Aquí, el retrato actúa como un espejo de la complicidad, la camaradería, la ternura y el amor.

Portrait d'Arpad Szenes

